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Las grandes empresas de soluciones eléctricas, en una cruzada por la sustentabilidad

Las grandes empresas de soluciones eléctricas, en una cruzada por la sustentabilidad

El cuidado del medioambiente es, actualmente, un tema en donde están haciendo foco los países más desarrollados del mundo. De hecho, ha sido uno de los puntos clave del encuentro del G20 realizado el año pasado en Estambul, donde los representantes de energía de las 20 economías más relevantes del globo produjeron un documento que establecía como prioritario desarrollar energías renovables a escala mundial. La iniciativa fue reafirmada en la Cumbre de París contra el Cambio Climático realizada también el año pasado, donde las naciones participantes se comprometieron a reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera a partir del año 2020.

En esta misma línea, las principales empresas desarrolladoras de soluciones eléctricas y electrónicas están sumando sus esfuerzos en pos de la sustentabilidad.  

Bosch, por ejemplo, indica en su página web que el uso de los recursos naturales de forma sostenible tiene sentido desde algo más que un punto de vista ecológico. Como resultado de la globalización, dice la compañía, las materias primas requeridas por la industria se han vuelto más escasas y, por lo tanto, más caras. Es por ello que las distintas divisiones de Bosch se comprometieron a reducir el volumen de materias primas utilizadas en el ciclo de producción y menciona tres casos generados en esa dirección:

• Como parte del programa Bosch eXchange, los componentes de automóviles usados ​​son re-manufacturados industrialmente. De esta manera, los arrancadores, los alternadores y los distribuidores de encendido, se reutilizan en reparaciones de vehículos y son hasta un 40 por ciento más baratos que las piezas nuevas equivalentes. Alrededor de 2,5 millones de componentes se reinstalan cada año. En comparación con la producción de piezas nuevas, esto genera 23.000 toneladas menos de dióxido de carbono.

• Las herramientas utilizadas en la producción industrial de Bosch están equipadas con bombas de velocidad variable. A diferencia de las bombas estándar, éstas reconocen las operaciones de carga parcial y los tiempos de interrupción, y adaptan sus velocidades de forma flexible para corresponderse con las distintas exigencias de cada ocasión. Esto ahorra energía de la impulsión desde el principio, y también reduce la acumulación de calor.

•Otro desarrollo es el sistema de iluminación IndraLogic PLC, que asegura que la luz en las salas de producción se regule a sí misma - depende de la luz del día y si hay personas presentes-. Este innovador sistema reduce la energía necesaria para la iluminación en hasta un 60 por ciento.

Por su parte, Siemens se encuentra optimizando sus sistemas de HVDC para permitir el transporte eficiente de energías renovables entre largas distancias. Así lo está haciendo en Alemania, donde el estado tiene planeado construir parques eólicos con hasta 30 gigavatios de capacidad en la zona norte del país que deberían estar finalizados para 2020.  Pero el principal problema es que la mayor parte del consumo de energía de la nación germana se encuentra en el sur. Así que la verdadera cuestión es cómo trasladar la electricidad limpia del norte -a menudo  redirigida a través de los vecinos orientales y occidentales de Alemania- hacia el sur. Por lo tanto, se vuelve inevitable una enorme expansión de la red eléctrica.

En respuesta a este desafío, el gobierno alemán y las cuatro compañías de transmisión de energía más relevantes del país presentaron un plan de desarrollo de la red en mayo de 2012. El plan prevé la construcción de 3.800 kilómetros de nuevas líneas de transmisión HVDC en los próximos diez años. Una vez completado, este colosal proyecto podría servir de modelo para los sistemas de suministro de energía sostenible en otros países, sobre todo si, como en el caso de Alemania, gran parte de las fuentes de energía renovable se encuentra lejos de los grandes centros de consumo energético.

Pasos radiantes
Pero no solo las empresas high tech llevan la delantera. En pos de estimular el desarrollo de fuentes de energía renovable, un equipo de investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison ha desarrollado un sistema que permite convertir los pasos en electricidad utilizable. El método se destaca por ser económico, sencillo de aplicar y respetuoso con el medio ambiente, lo que lo convierte en una alternativa muy atractiva para obtener energía. 

La plataforma se basa en un material que habitualmente se considera de desecho, que es la pulpa de la madera. Este componente se fabrica a partir de nanofibras de celulosa, que son pequeños filamentos que, al ser tratados químicamente, producen una carga eléctrica cuando entran en contacto con otras nanofibras que no han sido tratadas.  Al integrar las nanofibras en el interior de suelos, son capaces de producir electricidad mediante el llamado efecto triboeléctrico, que es el mismo fenómeno que produce la electricidad estática en la ropa. Esta energía puede ser aprovechada para la iluminación o para cargar las baterías, entre otras utilidades.  

El avance del equipo de la Universidad de Wisconsin-Madison es el último hallazgo de una línea de investigación de energía limpia que podría, en algunos entornos, incluso rivalizar con la energía solar.

Fuentes: Bosch, Siemens, ComputerHoy.com

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